Crítica:
Público: Familiar
Hace 2000 años, en una lejana isla de la Polinesia, la tribu en la que vive Vaina comienza a no tener pescado que comer.
A pesar de la negativa de su padre, el jefe de la tribu, Vaina saldrá mar adentro, para ajustarle las cuentas al dios que causo este desaguisado en su pueblo.
Vivo y entretenido film de Disney (nuevo clásico Disney número 56) que nos regalo un esplendoroso colorido y una manufactura portentosa.
La música corre a cargo de Lin-Manuel Miranda, Mark Mancina, y regalan un precioso libreto con canciones verdaderamente bellas. Destaca sobre todo la chispeante Shiny compuesta para el crustáceo Tamatoa, que recuerda a la genial Bajo el mar del cangrejo de La Sirenita. No en balde firman la cinta los veteranos Ron Clements y John Musker, creadores de aquella cinta que salvó de la quiebra a un Disney en capa caída allá por los años 80.
Recogen los autores su empeño en presentarnos princesas Disney fuertes y decididas que no necesitan ser salvadas por su “Príncipe” y que tienen voz y voto. Paradigma de ello fue Elsa, de la aclamada Frozen. Vaina se une pues al elenco de princesas emancipadas que ya tienen por costumbre regalarnos la poderosa multinacional.
Al nuevo modelo de princesa se le suma Maui, un semidiós que la acompaña en su aventura oceánica y que representa una de las figuras más importante en la rica mitología Polinesia.
La película tiene dos partes claras. La primera a modo de presentación de Vaina, su entorno familiar y la riqueza de su pueblo. La segunda es la salida del viaje que sirve para salvar a su gente y de paso para conocerse y perfeccionarse como futura líder.
La estructura resulta muy lineal y previsible y aunque funciona (sobre todo en algunos momentos muy divertidos como el del ataque de los cocos piratas locos), el resultado final es más tedioso de lo que cabría esperar de una película Disney.
Tal vez la falta de algún buen secundario (como el Olaf de Frozen) o de una villano capaz de ser digno antagonista de nuestra héroe puede ser la causa de este fallo.
Aún y todo, la película resultará eficaz para afrontar una de esas tardes lluviosas con niños aburridos por no poder salir a disfrutar del parque.