Crítica:

Público recomendado: Familiar

El legendario Rayo McQueen ve su carrera amenazada por una nueva generación de coches ultra rápidos y modernos que le hacen verse obligado a retirarse del deporte que tanto ama. Sin embargo, gracias a la ayuda de su nueva entrenadora, Cruz Ramírez, y de sus amigos de Radiator Springs, McQueen hará todo lo posible por demostrar de lo que es capaz y de que aún sigue siendo el mejor coche de carreras del mundo.

Como era de esperar, Pixar no ha decepcionado. Ya no de forma técnica, la cual sigue siendo única en esta industria, sino en cuanto a la manipulación de los diálogos y de la narrativa. Han vuelto a conseguir crear una historia, que dentro de la simplicidad, resulta original en su exposición. En este caso, han seguido la historia de Rayo McQueen con una gran lógica y creando un final que permite cerrar el círculo de esta trilogía de una forma preciosa.

Cars 3 consigue reinventarse una vez más y deja sorprendido al público en cuanto a la exactitud a la hora de representar y de hacer referencias al mundo automovilístico y al de las carreras. Pero además, ha sido capaz de añadir aspectos que nos afectan en el día a día como es la rapidez con la que la tecnología avanza, el machismo, la pérdida de un ser querido, la cruda realidad de los negocios, e incluso la presión de mantenerse en la cima cuando eres exitoso. Con todo ello, el estudio ha creado así un film que representa la realidad de forma divertida pero a su vez siendo increíblemente maduro para su género.

Por otro lado, como ya hemos comentado anteriormente, la técnica del estudio se ha pulido hasta puntos asombrosos. Han conseguido crear la sensación de velocidad de una manera nunca vista en otras producciones, pero además han estudiado de forma exhaustiva el uso de colores, composición y de brillos en la carrocería y en los paisajes, lo que permite aportar un elevado realismo al film. Un espectáculo audiovisual que permite ser disfrutado por todo el mundo.

En resumen, ¿es esta la mejor película de Pixar? Probablemente no, pero ¿es la mejor dentro de la trilogía de Cars? Sin duda. A pesar de que en la primera entrega nos muestre a los personajes, lo que nos hace crear un mayor vínculo con ellos, esta última es la que más se acerca a la forma de vida humana, creando así una dimensión completamente diferente a lo que se puede esperar de una historia que está literalmente protagonizada por máquinas, y finalmente resultando sorprendentemente emotiva.