Crítica:
Público recomendado: Familiar
Todo parece ir sobre ruedas en la vida de la ardilla Surly y sus amigos del bosque, sin embargo, todo cambia cuando la tienda de cacahuetes en la que vivían explota, dejándoles sin casa y sin alimentos.
Por ello, tratan de buscar un nuevo hogar en el Parque Liberty y así recuperar su instinto de roedores, pero las cosas no hacen más que complicarse cuando aparece en escena el malvado alcalde Muldoon, el cual intentará convertir el maravilloso parque natural en uno de atracciones. Surly y sus amigos harán todo lo posible por detenerle.
El film es una secuela de la divertida comedia de aventuras de 2014 con el mismo nombre. Sin embargo, en esta entrega los personajes se desarrollan en mayor profundidad y descubrimos secretos y dudas que podrían haber llegado a surgir con la visualización de la primera. En este caso el director es Cal Brunker, conocido por otras obras como Escape from Planet Earth (2013), pero debemos tener en cuenta que la idea para Operación Cacahuete y sus protagonistas nació mucho antes, en 2005 para ser exactos, mediante un corto del estudio DKP, actualmente inactivo. Así, tras el éxito que tuvo en la crítica, Toonbox Entertainment decidió llevarlo a la gran pantalla en 2014 dándose a conocer de forma más internacional.
En cuanto a la animación debemos resaltar su calidad, la cual presenta una notable mejora desde la primera entrega. No llega a un nivel totalmente profesional, ya que las texturas, sobre todo en el rostro, la caracterización y el movimiento de los humanos sigue sin ser perfecto, aunque es cierto que los animales están mucho mejor acabados. Pero en general presenta preciosas transiciones entre planos, en los cambios de escenas, y por encima de todo, en los planos generales. Aquí el estudio consigue crear con gran destreza profundidad de campo, volumen, efectos de sombras y luces en función de la hora en la que se desarrolla la acción, además de poseer una gran variedad de planos, creando así diversidad y evitando el aburrimiento del espectador.
Como ya hemos nombrado anteriormente, los personajes presentan más “profundidad” en cuanto a su personalidad, pero algunos de ellos poseen ciertos parecidos a otros que han llamado mucho la atención en otras producciones o que son reconocidos mundialmente. Por ejemplo, entre otros, la hija del alcalde recuerda físicamente a Darla de Buscando a Nemo (Pixar, 2003), y su personalidad refleja algún comportamiento similar al de Sid, también del clásico Toy Story (Pixar, 1995). A pesar de esto, lo que más destaca del film es su acertadísimo humor e interacción entre los protagonistas, además de una buena estructura en el guion, por lo que la narración resulta elocuente y efectiva.
En resumen, Operación Cacahuete es una película divertida que posee una historia bien construida y unos personajes fáciles de coger cariño. Sin embargo, su fama se muestra pasajera, ya que le sigue faltando ese toque especial que consigue convertir un simple largometraje de animación en una obra de éxito mundial.