Generic selectors
Exact matches only
Search in title
Search in content
Post Type Selectors

Lola Pater

Caratula de ""

Crítica

Público recomendado: Adultos

El joven Zanid, hijo de inmigrantes argelinos, creció convencido de que Farid, su padre, un prestigioso bailarín de ballet clásico, les había abandonado a su madre y a él. Cuando ésta fallece y Zanid debe regularizar la herencia, se entera por el notario de que, lejos de lo que él creía, sus padres no llegaron a divorciarse. Farid tampoco regresó a Argelia, sino que sigue viviendo en Francia, en la región de la Camarga. Para poder resolver las dificultades del testamento, pero también para saber por qué su padre cortó toda relación con él, Zanid decide ir en busca de su progenitor. Pero, en la dirección de éste, encuentra a Lola, una profesora de danza oriental.

Nadir Moknèche escribe y dirige este drama, en el que no cuestiona directamente, pero sí lo lanza para la reflexión, el tema del género y también el de la paternidad. La tesis, manifestada por el director en una entrevista, sería que «más vale un padre vivo que sea mujer, que un padre-hombre muerto» («Mieux vaut avoir un père vivant en femme, qu’un père mort en homme»). La afirmación no se tiene de pie desde ningún punto de vista, porque adolece de un planteamiento doloso y manipulador. ¿Quién podría negar que es mejor estar vivo que muerto? Pero no se trata de eso. Vivo o muerto no es la cuestión, pero ha conseguido desviar la atención del verdadero problema, que es la necesidad del niño de un padre y una madre, varón y mujer, sean o no biológicos.

Para la historia, Moknèche se ha inspirado en amigos transexuales y, según él mismo ha explicado, en la figura de su propio padre. Fanny Ardant sigue estando en estado de gracia y es capaz de no aparecer «masculina» en su personaje, pero, al mismo tiempo, hacer olvidar su «femineidad». De tal modo que Lola, más allá de varón o mujer, es un ser humano, con la dolorosa carga emocional de haberse atrevido a «rectificar un poco la obra de Dios», según sus propias palabras. Tewfik Jallab está impecable como Zino y secunda perfectamente a la veterana Ardant.

La película presenta una situación humana muy fuerte, pero Moknèche sabe abordarla sin dramatismos y con un cierto humor, que contrasta con la gravedad del tema, sin caer por ello en la caricatura. La trama se centra totalmente en las relaciones entre Lola y Zino. No quiere demostrar nada, solo muestra cómo un padre y un hijo pueden reconstruir, o no, una fractura en su relación tan difícil de superar. Pero, de principio a fin, el desarrollo es tan previsible que el film carece de intriga y tensión.

 

 

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad