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Matar o Morir

Caratula de "Matar o morir (Peppermint)"

Crítica

Público recomendado: Adulto

¿Recuerdan las películas de la Cannon Group? ¿Aquellas películas de Jean-Claude Van Damme, Sylvester Stallone, Chuck Norris y Michael Dudikoff?Hubo una entre todas ellas que destacó por encima del resto por su impacto social y por sus buenos resultados en taquilla: Yo soy la justicia. Charles Bronson ha perdido a su mujer y a su hija y decide tomarse la justicia por su mano, cargándose a todo maleante que se le pone por delante y que la ley no se ha encargado de castigar. Su director, Michael Winner era básicamente un fascista enamorado de la violencia: brutal, crudo, directo al corazón de la polémica. Hasta a los primos Menahem Golan y Yoram Globus, propietarios de la Cannon, les aterraba su visión del ciudadano justiciero y del impune asesinato. El resultado de aquella obra fue el desencadenante de decenas de películas de argumento similar, posturas morales y éticas cuestionables y borbotones de violencia. Pierre Morel, el director que nos ocupa en estos momentos y director de Matar o Morirno es un desconocido en el género: suya es la efectiva y violenta obra Venganza, un vibrante thriller de acción espectacular. Sin embargo, a pesar de que la presente película sigue un esquema similar no es ni la mitad de impactante o estúpida para ser considerada una película de género: demasiado seria para disfrutar por su, en ocasiones, ridícula necesidad de emocionar; demasiado poco estúpida como para ser un culpable placer al estilo Crank. El resultado: una película en tierra de nadie.

La trama es la siguiente: una madre pierde a su marido y a su hija a manos de unos narcotraficantes. La justicia los deja escapar. A ella no le gusta la decisión y decide ponerse manos a la obra. Ciertamente, Matar o Morires un reboot de Sentencia de Muerte, la brutal y contundente obra de James Wan: mismo esquema, mismo planteamiento, mismo personaje y similar situación. En una era donde ya hemos visto John Wicko las brillantes coreografías de Iko Uwais (Redada Asesina), se espera mucho del cine de acción posmoderno y alejado de visiones más clásicas como las de Walter Hill (que para un seguidor sigue dando mil vueltas al cine acción actual). Matar o Moriropta por combinar ambos mundos y queda suspendida en un purgatorio donde sencillamente es indiferente todo lo que ocurre: las escenas de acción son perezosas y la adrenalina brilla por su ausencia. Y si encima le metemos esos famosos efectos de montaje que tanto le gustaban a Tony Scott (que en paz descanse) el resultado es una cinta confusa en tono y estilo. No tan fascista como para que resulte tan idiotamente divertida, ni tan seria como empatizar con la protagonista al estilo Un ciudadano ejemplar. Y es una pena, porque lo cierto es que Jennifer Garner sería una heroína de acción muy decente: como una mezcla entre Sarah Connor y la teniente O’Neil. La respuesta femenina a aquel condenado Kevin Bacon en la citada cinta de James Wan.

En resumen, entretiene a medias y se salva por su contundente protagonista (¿ese extrañísimo guiño al grafiti de Luz de Machete?). La dirección sin más, tan insípida como en su anterior obra (Caza al asesino) y su trama tan mal aprovechada como clichera. Aun así contiene escenas que pueden ser muy violentas y que la desaconseja para público sensible. Lo dicho: un cacao de tonos que nunca termina de cuajar.

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