Crítica

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Mucho afecto ha de aquilatar una persona para ensimismarse con la vida de otro. En este caso, con los últimos años de la vida de Francisco de Goya y Lucientes.

Así queda plasmado en Oscuro y lucientes, donde el director Samuel Alarcón ha rastreado los postreros años del genial pintor aragonés en Burdeos, donde fue enterrado, para hacer un esclarecedor documental.

Estamos en 1824, Goya va a Burdeos y se establece con su amante Leocadia. A los cuatro años de estar en la ciudad francesa, fallece y entierran su cuerpo en el cementerio local de la ciudad gala. Nadie en España, reclama su cadáver, ni siquiera su familia. Décadas más tarde el cónsul español en Burdeos encuentra casualmente la tumba ruinosa del genial artista. Tras años de trámites, el diplomático obtiene los permisos para exhumar el cadáver y trasladarlo a España. Al abrir la sepultura, los presentes se encuentran con una sorpresa: la cabeza de Goya no está.

Desde el principio del filme de Alarcón (La caja de Medea, Los mundos lisérgicosy otros trabajos accesibles en su web www.samuelalarcon.com), una clara, vigorosa e hipnótica voz en offva narrando los sucesos en sus 85 minutos de metraje de esta cinta. Alarcón, también guionista, ha rastreado todas las derivadas (familiares y amigos del pintor, entre otros) y ha seguido la pista del memorable cráneo, documentando pacientemente con testimonios de algunos familiares de tercero o cuarta generación de Francisco de Goya. Para ello aporta, citas de periódicos y referencias recogidas esmeradamente, que van de unos a otros familiares o amistades del pintor.

Un buen trabajo de planificación del filme y utilizar recursos metafóricos por parte de Alarcón crea un relato poético en muchas ocasiones, basado en un montaje esclarecedor y en una banda sonora, aparte del locutor, que dan empaque a este filme, hecho con mimo, profesionalidad y cariño.

A partir de ahora, este Oscuro y lucientes, que se estrenará a mediados de noviembre, será un referente en una nueva categoría de documentales que fija su cámara en un personaje-artista y que nos lleva a saber de él en los últimos momentos de su vida.