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Ready player one

Caratula de ""

Crítica:

Público recomendado: Jóvenes

 Spielberg es siempre garantía de calidad y entretenimiento.

Da igual si hablamos del Spielberg dramático (La lista de Schindler, The Post) como del fantástico (E.T. o Encuentros en la tercera fase). Sin embargo, como dice Federico Alba en su libro “El cine fantástico de Spielberg: padres ausentes, niños perdidos”, el género fantástico es el que mejor define su estilo y el que le otorgó el favor del público. Con Ready Player One no solo se confirma la solidez de Spielberg en el género fantástico, sino que lo hace con una de sus mejores películas, que será, sin duda, una de las mejores películas del año.

La película está ambientada en el año 2045, en un mundo dominado por lo virtual. El tiempo que ahora gastamos en redes sociales y aplicaciones, evoluciona hacia un revolucionario mundo virtual llamado Oasis: un lugar que, con tan solo unas gafas y una conexión, te permite ser otra persona y vivir grandes aventuras. Un día, el creador de Oasis muere, y a través de un vídeo grabado, confiesa haber escondido un huevo de Pascua que otorga a quien lo halle el poder absoluto sobre Oasis y toda su fortuna. Para obtenerlo es necesario conseguir tres llaves ocultas bajo pruebas de alto riesgo que precisan determinación e ingenio. En la carrera por el Huevo de Pascua está Parzival, el protagonista de la película, que junto a sus amigos descubrirán cómo unas fuerzas del mal pretende apoderarse de Oasis.

La película está estructurada en tres partes donde el ritmo convence y entretiene. Fundamental para ello es la presencia del personaje de Art3mis , una joven rebelde llena de recursos que permite y acelera los conflictos más dramáticos de los personajes, especialmente de nuestro protagonista. Con una dirección sencilla, precisa y llena de agilidad, y un guion redondo lleno de homenajes a los años 80, y a la cultura Pop, Ready Player One se convierte en una de las propuestas más interesantes del momento. Pero no solo a nivel cinematográfico sino también desde una mirada antropológica de la sociedad actual y de nuestro futuro más inmediato.

Aunque la película está literalmente repleta de referencias a películas como Gremlins, Parque Jurásico, King Kong o Terminator 2; Ready Player One es mucho más que eso. Una película de ciencia ficción que utiliza la estética de los video juegos y a la vez presenta personajes humanos con conflictos reales, que evocan asuntos universales Ready Player One es una película donde desde lo virtual se consigue plantear cuestiones de gran nivel.

La película está basada en una novela de ciencia ficción escrita por Ernest Cline en 2011. Igual que en su momento la creación del Iphone cambió nuestros hábitos de vida e incluso nuestra forma de pensar (recordemos el libro: “Superficiales. ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes?”, de Nicholas Carr”), el mundo virtual también parece que lo hará. Según Ready Player One cambiará el comportamiento de las personas, hasta el punto de vivir más tiempo en lo virtual que en la vida real. De hecho, son varias las tramas paralelas en donde Spielberg nos muestra el contexto en el que la sociedad ha caído inmersa. Interesante cómo la película nos indica lo necesario que es ir hasta el fondo de lo que nos sucede, incluso, de lo virtual.

En este sentido “Lo virtual” tiene también un sentido simbólico. Me explico. Toda persona interpreta la realidad según cree: “creo que me han mirado mal”, “creo que no me quiere”, “creo que me engañan”, “creo que no podré lograrlo”. De esta forma nos creamos nuestro propio mundo virtual dentro de nosotros mismos. Porque la huida a lo virtual empieza primero en la mente. De hecho, muchas veces se acude a lo virtual para huir de la realidad, porque pesa y nos da miedo afrontarla. Por lo tanto, la verdadera batalla está en si vivimos según lo real o según las imágenes que nos hacemos de lo real.

Otros temas que aparecen en la película: el dinero virtual (Bitcoin), su repercusión en la vida cotidiana y la adicción al juego; el peligro de considerar los videojuegos como una vida real y la una pérdida de tiempo que implica; el anonimato peligroso que otorga ser “otra persona” en lo virtual; o cómo lo más valioso de la vida es invisible a los ojos (“El Principito”).

Ready Player One evoca a películas como Charlie y la fábrica de chocolate. Todos recordamos cómo Willy Wonka decide crear un juego para encontrar a un digno sucesor de su fábrica de chocolate. Interesante cómo ante la aparición de la primera cana, o ante la cercanía de la muerte, aflora la necesidad de que la vida tenga un significado. Brutal la secuencia de El resplandor e interesante cómo cada prueba a la que se tienen que enfrentar, les obliga a hacer una experiencia personal interior. En esta línea recuerda a las últimas películas de la saga de Harry Potter y a la búsqueda de los horrocruxes.

Vale la pena destacar la apertura a la trascendencia en la secuencia final donde vemos cómo el guion recoge a dos personajes yendo hacia el umbral de una puerta, expresión del paso a un más allá.

Ready Player One nos dice que todo, incluido lo virtual, puede convertirse en una experiencia de búsqueda personal aunque también puede ser una trampa. Divertida, entretenida, original, actual, profunda y llena de nostalgia bella por un futuro que ya es casi una realidad. Y además, de Spielberg. No se la pierdan.

 

 

 

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