Crítica
Público recomendado: Jóvenes y adultos
Con naturalidad y en clave de comedia, propone un mensaje tan realista como profundo el último filme del director italiano Ricardo Milani (Piano solo, Benvenuto presidente!, Mamma o papá…), Como pez en el agua, también coguionista de esta cinta que ha obtenido el favor de más de 2.000.000 de espectadores trasalpinos, según obra en la ficha de la cinta, y que ahora llega a nuestras pantallas.
Giovanni (Antonio Albanese: A Roma con amor, Cuestión de corazón, La segunda noche de bodas…) trabaja en una empresa internacional que se propone reurbanizar las periferias de distintas ciudades italianas para lo cual se traslada frecuentemente con su equipo a reuniones en organismos europeos para obtener fondos. Un día se “estampa” con la aguerrida Mónica (Paola Cortellesi: Piano solo, Hombres contra mujeres, Maravilloso Boccaccio…) que le revienta el cristal con un bate de béisbol porque este no deja adelantarle mientras Giovanni seguía a su hija adolescente, Agnese (Alice Maselli primera película en la que trabaja) que va en bus con su novio a la casa de este, Alessio (Simone de Bianchi, también primerizo en pantalla grande). Cuando Giovanni llega a los arrabales de Roma se encontrará con Mónica, pues es la madre del novio de su hija.
Con la excusa de acompañar a sus respectivos hijos, Giovanni y Mónica irán congeniando a pesar de vivir en mundos opuestos, como que en el edificio destartalado de Mónica vivan inmigrantes de distintos países, haya un vecino que duerma en un descansillo de la escalera o que dos gemelas polacas se dediquen al robo y vivan en la casa de Mónica.
Personalidades tan distintas precisan un tiempo que conceden ampliamente Milani y el resto de guionistas, en el que está también Paola Cortellesi, además de Furio Andreotti y Giulia Calenda. La vivienda del directivo en un barrio selecto romano choca con la descrita anteriormente de la camarera de una residencia de mayores. Esta echa peste de políticos que “no hacen nada por el pueblo”, al tiempo que aquel le recrimina sus quejas cuando podría cambiarlas informándose de subvenciones para abrir pequeños negocios. El victimismo se corrige con implicación y es la posición más honesta para actuar, pero es necesario también poner cara, compañía y afecto a los problemas sociales para avanzar en resolverlos. En este sentido, es memorable el discurso de Giovanni en instancias europeas en el que habla de lo que ha visto conociendo a Mónica y su entorno.
Por esto y por detalles hilarantes llenos de humor luminoso, una actuación verosímil de los protagonistas en sus posturas personales, Como pez en el agua es una comedia brillante en fondo y forma que entra en cuestiones transcendentes sin engolamientos ni recetas intelectualistas, como la de Luce (Sonia Bergamasco: Probablemente amor, Nada es lo que parece, Un italiano en Noruega…), exmujer de Giovanni y con ínfulas de antigua “progre”, inadaptada en la actualidad, que recurre a los ansiolíticos para soportar expresiones y formas de la “popular” Mónica cuando ésta les invita a comer a ella y su exmarido.
Esta comedia es digna del mejor remozado neorrealismo italiano, pues ofrece perspectivas en las que se implican personas concretas que se abren a relacionarse y a construir un bien común pegado al terreno y desnudo de ideologías.