Crítica
Clásico del cine de atracos en la que el popular actor Peter Falk da vida a un curioso atracador de cajas fuertes. Se trata de una película que mezcla la intriga con lo cómico de manera equilibrada y con pulso hasta el final. Los buscavidas que pese a haber sido vapuleados por la vida sigue al pie del cañón intentando salir adelante son un prototipo de personajes del cine de la depresión bastante entrañables. En este caso aunque estamos ante un grupo de atracadores apenas hay nada reprobable en sus actos pues el espectador esté siempre de parte de ellos, deseando que tengan el golpe de suerte que al fin se merecen.