Comedia negra en torno al mundo de la mafia con la que Sylverster Stallone trató de dar un giro más amable a su carrera sin olvidar la esencia de sus personajes. El resultado es una película ligera, sin pretensiones, llena de arquetipos y típicos sobre las mujeres, la crisis e la madurez, la mafia y la soledad que sin embargo mantienen un buen ritmo y saben sacar la sonrisa. Además de una pequeña irreflexión moral sobre aquello del cine de la mafia de que la muerte llama a la muerte y la sangre, a la sangre, no se puede extraer de esta película ninguna reflexión moral.