Generic selectors
Exact matches only
Search in title
Search in content
Post Type Selectors

Camino a la libertad

Caratula de ""

Crítica

Del director de Master and Commander, El club de los poetas muertos y El Show de Truman, nos llega Camino a la libertad.

Es la historia de un grupo de hombres que deciden escaparse de una prisión siberiana, en donde las verdaderas barreras de la prisión consisten en miles y miles de kms de nieve. Según su filmografía, Peter Weir está claramente interesado en  profundizar en la naturaleza humana y en la relación de ésta con lo colectivo.

Siberia 1940. Polonia se ve atacada por Hitler por un lado y por Stalin por el otro. El pueblo polaco queda acorralado, asfixiado y forzado a dar una respuesta a tal injusta, inhumana e indigna situación. Un grupo de presos de un campo de trabajo de la Unión Soviética huyen del gulag siberiano en el que están recluidos, junto con otros cuatro compañeros de cautiverio, e inician un peligroso viaje a través de miles de kilómetros de terreno hostil. Peter Weir nos muestra el microcosmos que es una prisión siberiana y en esa labor, nos presenta lo mejor y lo peor del ser humano. Se ve a un polaco dibujar en un raído trozo de papel para mantener  viva su humanidad, se ve a otro polaco contando una historia de piratas y cautivando a todos los reclusos incluidos a los más despiadados. Sería justo preguntarse, ¿qué tienes pueblo polaco en tus raíces que te muestras tan interesante cuando todo es frio e injusto? Porque da la impresión de que portas algo que te hace libre incluso en plena prisión siberiana.

Aunque partimos de Polonia y del pueblo polaco, la aventura hacia la libertad es común a cualquier nacionalidad, raza, religión y sexo. Camino a la libertad lleva al hombre hasta el abismo, allí donde las diferencias políticas o sociales, ideológicas o religiosas, ya no tienen importancia. Una huída hasta la India, de más de 6000 kms a pie, atravesando la Unión soviética, Mongolia y el Desierto de Gobi. Ante este tipo de situaciones nos mostramos tal cual somos; las máscaras, hasta las más estudiadas se quiebran, dando espacio al rostro humano tal cual. Terreno interpretativo idóneo para actores de la talla de Ed Harris, que encarna a un americano que se fue a trabajar a la URSS, o Colin Farrel. Pasando por la confirmada revelación de Saoirse Ronan (The Lovely Bones, de Peter Jackson) o Jim Sturgess (Across the Universe y 50 hombres muertos). En cuanto al guión, Peter Weir continúa priorizando en el uso de lo visual a la hora de describir personajes y hacer avanzar las tramas. En este sentido, la asociación ejecutiva con National Geographic, permite al director de Master and Commander recrearse en lo visual reduciendo los diálogos a un mínimo de expresión y ganando pues en una espectacular  fotografía. Esto desafía a los actores a la hora de transmitir y al montador a mantener un ritmo específico y verosímil. El alto nivel de la propuesta en general así como el resultado de las posibles oscarizadas interpretaciones, compensan ciertos saltos de ritmo que cuestionan la integridad formal de la obra.

¿Qué tiene el ser humano que consigue a un artista como Peter Weir, indagar en su naturaleza una y otra vez, sin quedar insatisfecho, y conquistando a los espectadores que deciden pagar un dinero por ver su nueva película? Siete años ha tardado Peter Weir en volver a ofrecernos una nueva obra. La historia del hombre y de su libertad, la historia del pueblo polaco o la historia del mismo Weir, requieren un tempo específico, de la misma manera que un puchero al más tradicional estilo, requiere un tempo de cocción y a fuego lento.

En 1940 mientras todo esto ocurría en Polonia y en el mundo, un joven nacido en Wadowice (Polonia), cumplía 20  años. Se llamaba Karol Woityla pero el mundo le conocería por Juan Pablo II. La referencia a este gran polaco no se hace debido al medio donde se publica esta crítica, sino porque su vida, su historia, sus hechos, su legado, van a acorde con la historia que Peter Weir nos cuenta. Es más, se podría decir que Juan Pablo II lideró muchos de los pasos históricos que dan cierre visual a este Camino a la libertad. Invito a los lectores a poner en Google: “Juan Pablo II comunismo”, y verán.

Sigamos indagando…

 

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad