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Casi Imposible

Caratula de ""

Crítica

Público recomendado: Adultos

La Secretaria de Estado de los EE.UU., Charlotte Field, es una mujer muy hermosa, dotada de cualidades diplomáticas extraordinarias, una inteligencia privilegiada y una gran preparación, que la convierten en una de las personas más influyentes en el ámbito de la política mundial. Tras conocer que el Presidente Chambers ha decidido abandonar la carrera política, Field decide postularse ella misma como candidata a la Casa Blanca.

Todos sus esfuerzos se centran ahora en lograr un importante acuerdo entre las grandes potencias mundiales sobre la preservación de la naturaleza. Es un objetivo casi imposible de alcanzar, porque muchos intereses cicateros querrían ver relegada la ecología a una simple utopía, adecuada para los discursos y las campañas de los políticos, pero sin que suponga ninguna actuación que lesione los beneficios de los poderosos. Charlotte está convencida de que si consigue sacar adelante con éxito ese acuerdo ecológico global, se verá directamente catapultada al sillón presidencial del despacho oval. Los sondeos de opinión que manejan sus asesores la sitúan en muy buena posición, si no fuera porque parece ser que sus intervenciones son demasiado serias y resultan algo aburridas.

Quiere la casualidad que en su vida se cruce un personaje estrafalario, Fred Flarsky. Años atrás se conocieron, cuando él era un preadolescente patoso y ella la joven canguro que se ocupaba del chico en ausencia de sus padres. Pero sus caminos se separaron y no habían vuelto a verse. Flarsky se ha convertido en un periodista avispado, pero tan contestatario e inflexible, que resulta incómodo para sus jefes. Tanto que acaba de quedarse sin trabajo. Ante la sorpresa de sus horrorizados asesores, Field contrata al ingenioso reportero como redactor de discursos, para que les imprima ese toque de desenfado y espontaneidad que le hace falta para incrementar su popularidad. Pero Fred no está preparado para moverse en ambientes diplomáticos y elegantes, lo cual va a crear no pocas situaciones complicadas. Cuanto más que entre ambos, la sofisticada candidata y el extravagante periodista, surge una chispa de atracción.

Toda la historia es disparatada, sin ningún asomo de verosimilitud. Pero lo que podría ser su gran defecto es, en realidad, su mayor virtud, porque la convierte en una extravagante y absurda comedia gamberra que proporciona dos largas horas de entretenimiento y risa. La película se apoya en su magnífico reparto. Charlize Theron y Seth Rogen están impresionantes, ella como la mujer tocada por la ambición política, pero que no ha abandonado su idealismo juvenil, él como el periodista independiente que acaba aprendiendo a dominar su individualismo egocéntrico.

El tema del consumo de drogas, aunque está al servicio de la comicidad en el desarrollo de la trama, está tratado con excesiva frivolidad. De todos modos, no es un pecado demasiado grave en ese maremágnum de locuras encadenadas. En el film hay escenas cómicas, románticas, de acción –con ataques terroristas incluidos–, de tensionantes conflictos políticos, de erotismo y de ternura. Todo ello en clave de humor, con momentos hilarantes.

Sin embargo, sin abandonar ni por un momento el tono cómico, hay también una crítica mordaz a los políticos y al arte de medrar, no tanto desde la valía personal, intentando convencer a los electores de la bondad de sus proyectos y sus propuestas, sino desde el puro espectáculo de masas, hablando y actuando con el único referente de los sondeos electorales y de opinión. Denuncia también las connivencias del poder político con grandes empresas que actúan como auténticos depredadores del planeta, con tal de aumentar, o por lo menos mantener, su índice de beneficios.

La película ofrece, además, una interesante lección de humanidad, y es que un hombre prudente y sabio debe ser siempre fiel a sus principios éticos, pero, al mismo tiempo, ha de procurar ser flexible y tolerante para escuchar al otro y ceder en lo que sea posible y conseguir, así, compromisos buenos para el bien común.

Casi imposible es un cuento de hadas romántico, descaradamente erótico, basto, disparatado, políticamente incorrecto y escandalosamente divertido.

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